Restaurante Lomo Bajo Barcelona

Lomo Bajo: Carnívoros y carnívoras, este es vuestro restaurante.

Hoy os presento el restaurante Lomo Bajo de Barcelona, carne sublime entre panes. Con esta descripción es como se presenta este restaurante ubicado en la calle Aragón 283-285, esquina con Pau Claris.

Un restaurante que se divide en dos filosofías diferentes, Lomo Bajo y Lomo Alto, aunque las dos con el mismo denominador común es la carne de primerísima calidad.

Carne de primera calidad de buey, vaca y ternera extraída tras un prolongado proceso de maduración en formato “carne entre panes”, consiguiendo una puesta en escena con un producto de calidad único en el mundo.

Con sólo entrar, el interiorismo en blanco y negro realizado por Lázaro Rosa Violán, capta la esencia a la perfección consiguiendo que la sensación, sólo al entrar, te adentres en una carnicería gourmet donde el concepto de la nevera al plato está en primera línea de intenciones.

El chef Carles Tejedor, también compañero de viaje de El Nacional y Speakeasy, presenta una propuesta centrada en la perfecta fusión entre carne de primera con panes ecológicos tipo brétzel, pan inglés y pan negro.

Toda la carne es seleccionada bajo un minucioso proceso de calidad, cuidando su temperatura y humedad ideal para conseguir texturas y sabores extraordinarios gracias a sus frigoríficos diseñados adrede para conseguir la exquisitez.

LomoBajo cuenta con una carta de “carne entre panes” elaborados tanto para comer in situ como para llevar con packagings donde está perfectamente especificado qué tipo de carne contiene y las propiedades de cada una de ellas. Os cuento mi experiencia gastronómica un día entre semana para ir a comer:

Tartar roll de buey con pan inglés, con cebolla crujiente y cremoso de yema de huevo. Una opción muy jugosa, y sin duda, mi preferida. ¡Espectacular!

Pepito con filete de ternera y pimiento del piquillo en pan negro, acompañado por una ensalada de tomates diferentes y ventresca de atún.

Hamburguesa “La Suprema”, con carne de buey, queso, tomate, lechuga y cebolla a la brasa; todo entre pan de brétzel. Una carne de buey que se deja madurar entre 65 y 75 días. ¡Una delicia!